Más de 4 mil escolares y universitarios marcharon por el centro de Santiago el 3 de junio para protestar por lo que consideran falta de respuesta del gobierno a sus demandas para reformar la educación.
La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que convocó a la manifestación, exige el aumento del monto de las becas que entrega el gobierno a los universitarios de las zonas afectadas por el terremoto. A esto se suma la petición de una serie de reformas estructurales a la educación superior, proceso en el cual los estudiantes exigen participar.
Los estudiantes rechazan la decisión de licitar la existencia de unos 50 liceos de excelencia a particulares, luego de que el terremoto de febrero obligó a una reasignación presupuestaria.
La movilización fue respaldada por funcionarios del Ministerio del Educación iniciando, en esa jornada, una huelga de dos días en rechazo al recorte impulsado por el ministro del sector, Joaquín Lavín, quien espera reducir de 5 mil a 3 mil 500 el número de funcionarios.
