Se nos fue un compañero, un revolucionario, un combatiente de la vida y por la vida.
La militancia tiene estas cosas amargas, en la misma conocemos a muchas y muchos compañeros y un día debemos despedirlos. No hay mejor forma de despedir a Roger que con alegría y recordando el querido choque de codos diciendo “saludo ESNA”.
Nuestro abrazo a sus seres queridos, y un fuerte “Hasta la Victoria Siempre, hermano Sandinista.
Encuentro Sindical Nuestra América